Campeón, un toro de la raza blanco orejinegro (BON) de 16 años, con 1.42 metros de altura alzada, 2,50 metros de largo y al rededor de 1.000 kg de peso, logró retirarse tras un proceso jurídico de dos años que permitió dejar de ser considerado un bien mueble y asegurar su jubilación en el Santuario Animal Namigni en La Calera, Cundinamarca.
Allí, en el oriente antioqueño, “lo recibimos en el Laboratorio de Reproducción Animal como ‘toro reproductor donante de semen’, es decir, que con él producíamos pajillas o dosis para inseminación artificial. También cumplió una función en la docencia, en actividades de capacitación y práctica con estudiantes de Zootecnia y Medicina Veterinaria de esta y otras universidades del país”, según señaló el profesor Giovanni Restrepo Betancur, coordinador del laboratorio.
El blanco orejinegro (BON) es una raza criolla clave en Colombia por su adaptación al trópico y resistencia a enfermedades como los nuches (un tipo de parásito) y las garrapatas, lo que ha impulsado la reproducción y conservación de la especie. Campeón fue pieza fundamental en este proceso, contribuyendo a numerosas inseminaciones artificiales exitosas en distintas regiones del país, lo que lo convirtió en progenitor de múltiples crías, como destacó Restrepo.
Con el tiempo, la calidad del semen de Campeón empezó a disminuir debido a su edad, un fenómeno natural en esta raza longeva, que se vuelve menos tolerante a la congelación, un proceso clave para mantenerlo en condiciones viables. Pese a esto, continuó participando en actividades de extensión educativa, lo que enriqueció la experiencia de los estudiantes que interactuaban con un animal de sus características únicas, según apuntó Restrepo en declaraciones a prensa de la Universidad Nacional.
Preocupados por el bienestar de Campeón, un grupo de profesionales de la Universidad Nacional inició un largo proceso jurídico para evitar su sacrificio, una práctica común para los toros reproductores en desuso; “sin embargo, para Campeón pensamos en una alternativa, teniendo en cuenta que es un animal excepcional y que desde la universidad propendemos por el bienestar animal, un objetivo que se perfecciona de a pocos con iniciativas como estas”.
Pero, lograrlo era una tarea complicada debido a que por lo general este tipo de animales, contablemente denominados “semovientes”, se consideran como un bien más de la Unal, que al ser una institución pública tiene restricciones legales para donarlos o cederlos. No obstante, con el apoyo de la Oficina Jurídica y varios miembros de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional sede Medellín, el proceso culminó exitosamente, permitiendo que Campeón disfrute de su retiro en un entorno adecuado para sus necesidades luego de confirmarse que el santuario cumple con las condiciones y el modelo de bienestar.
El caso de Campeón busca ser un ejemplo en el país, especialmente para instituciones de educación superior pública, cuya naturaleza jurídica es especial y en la que se valora el bienestar animal. “Digamos que se trata no solo de un cambio de mentalidad, sino de paradigma, en el que entendemos que es un ser vivo que merece terminar su existencia de forma digna”, concluyó el profesor Restrepo.
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