En una extraordinaria y rara ocasión, un elefante asiático ha dado a luz a un par de gemelos en el centro de Tailandia. Estos animales, que son considerados sagrados y un símbolo nacional en la región, han protagonizado un suceso que rara vez se ha documentado, dado que los nacimientos de gemelos en esta especie ocurren en apenas el uno por ciento de los casos.
El primer indicio de algo inusual ocurrió durante el proceso de limpieza y ayuda al primer elefante recién nacido para ponerse de pie. Los cuidadores, también conocidos como mahouts, escucharon un fuerte ruido que reveló la presencia de una segunda cría, una hembra, que acababa de nacer. Según informaron los cuidadores, la situación rápidamente se volvió caótica, ya que Chamchuri entró en pánico y tuvieron que inmovilizarla para evitar que pudiera pisar a la cría.
El evento, altamente inusual en elefantes, dado que los nacimientos de gemelos ocurren solo en el uno por ciento de los casos, ha tenido una vasta repercusión. Save the Elephants, una organización de investigación, señaló que la combinación de sexos masculino y femenino en gemelos es aún más rara.
Lardthongtare Meepan, veterinaria en el parque, describió la experiencia a la BBC: “Una vez apartamos al segundo bebé elefante de la madre, el bebé se levantó. Todos celebramos porque es un milagro”. Meepan, quien creció en el parque y es madre de gemelos, compartió el entusiasmo del equipo. “Siempre hemos querido ver gemelos de elefante, pero no todos pueden ver esto porque no sucede mucho”, añadió.
Charin Somwang, un mahout de 31 años que resultó lesionado durante el alboroto, compartió sus emociones: “Estaba tan feliz que no sentí el dolor”, mencionaron. Somwang sufrió una fractura en la pierna mientras intentaba proteger a la cría hembra de posibles pisotones por parte de la madre asustada. “Es normal que la nueva madre intente empujar o patear al bebé… Tenía miedo de que ella pudiera romper al pequeño elefante, así que me puse delante e intenté bloquearla”, explicó.
Desde el nacimiento, el Ayutthaya Elephant Palace and Royal Kraal ha comenzado a transmitir en vivo los eventos diarios de los gemelos en redes sociales. Los visitantes del parque pueden ver a las crías después de desinfectarse las manos y el calzado, aunque hay un cartel cerca del vivero que advierte: “Por favor, no toquen a los bebés elefantes”.
La cría hembra, que pesa 55 kilogramos (121 libras), es ligeramente más pequeña de lo habitual y necesita subirse a un taburete durante la alimentación con su madre. Su hermano, por otro lado, es más pesado, con 60 kilogramos (132 libras).
En Tailandia, los elefantes no solo son considerados sagrados, sino que también son un símbolo nacional. Aunque el uso de elefantes para el turismo ha sido un tema polémico, con World Animal Protection destacando las duras técnicas de “entrenamiento” utilizadas, la práctica aún persiste en algunos lugares. En Ayutthaya, algunos elefantes transportan turistas a templos y ruinas históricas, una actividad que enfrenta la oposición de conservacionistas debido al estrés que causa en los animales.
Además, en las aldeas de las tierras altas de Chiang Rai y Chiang Mai, los elefantes también atraen a turistas que los alimentan con bananas, caminan con ellos y los bañan con barro. Este uso turístico de más de 3,000 elefantes en Tailandia se da en su mayoría en poblaciones cautivas, principalmente de propiedad privada.
La situación de los elefantes en Tailandia es delicada. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza incluye al elefante asiático en su lista de especies en peligro de extinción debido a la caza furtiva, el comercio ilegal y la pérdida de hábitat. En 1989, Tailandia prohibió la tala en bosques naturales, empujando a muchos mahouts a hacer que sus elefantes realizaran trucos para los turistas, una práctica prohibida en 2010, aunque aún ocurren casos aislados.
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