Nicolás Maduro desde que se sentó en la silla del Palacio de Miraflores no ha hecho más que “cumplir una sentencia: la de la represión y el terror”, afirma el periodista Juan Carlos Zapata.
Maduro no ha hecho más que cumplir esa sentencia. Tampoco necesitaba el ejemplo de Recep Tayyip Erdogan arremetiendo contra la oposición turca para lanzar esa sentencia que, más que intimidatoria, define al personaje que usurpa el poder en Venezuela.
Lee también: Por qué los cubanos, el Sebin y el Dgcim no actúan contra “Nicolasito” Maduro
Ya la suma de muertos asciende a 200. Es la cuenta del régimen de Maduro. Un saldo que siendo un escándalo, no expresa de manera correcta lo ocurrido. Las cifras son frías en perspectiva. Otra cosa es decir que son muertos de la represión y la tortura, brutales asesinatos a la luz del día, en el silencio de la noche, en la calle y en las plazas, o en las cárceles del oprobio. No es gratuito que el régimen de Maduro esté bajo observación de la ONU, desde que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dejó en Caracas una representación permanente de su oficina, reseña Zapata en ALnavío.
Erdogan es un niño de pecho comparado con Maduro, y a lo mejor todavía no hemos visto al peor Maduro, o quizá un aspecto que defina lo peor que puede ser, es la insensibilidad manifiesta ante el éxodo de venezolanos. Dirá también que son mentira las caravanas de mujeres, jóvenes y niños por las carreteras andinas, por los páramos de Colombia, Ecuador y Perú.
Con información de Al Navío