Las autoridades venezolanas afirman que ya no existe. En países como Chile, siguen sus huellas en extorsiones y asesinatos. El gobierno de Estados Unidos, que la acaba de calificar oficialmente como organización “terrorista global”, afirma que cientos de miembros operan en su territorio.
Por Voz de América
Debido a esta y otras acusaciones, el Tren de Aragua se ha vuelto un nombre fácilmente reconocible, pero ¿cuál fue el origen de esta megabanda y cuán grande es su influencia en las Américas?
Su origen en una cárcel venezolana
El Tren de Aragua es considerada “la organización criminal más poderosa de Venezuela”, según Insight Crime, una fundación sin fines de lucro dedicada a estudiar e investigar las organizaciones y prácticas delictivas en América Latina y el Caribe desde 2010.
Nació entre los años 2013 y 2015 en la cárcel de Tocorón, en el estado venezolano de Aragua, a 60 kilómetros de Caracas, pero sus miembros operaban años antes.
Su nombre se atribuye a una obra pública homónima prometida, nunca construida por el gobierno de Hugo Chávez (1999-2013).
La cárcel era su base de operaciones para crímenes que se cometían fuera de sus muros, no sólo en Aragua, sino en otras regiones.
La mayoría de sus delitos consistía entonces en el hurto de vehículos y motocicletas para exigir un pago o “vacuna” a sus dueños para recuperarlos adentro de la cárcel. También, cometían extorsiones a comerciantes aragüeños y en regiones vecinas.
Sus operaciones dentro de Tocorón culminaron en septiembre de 2023. El gobierno venezolano ocupó la cárcel con 11.000 policías y soldados para “desarticular” las bandas delictivas que allí operaban, según un comunicado oficial de entonces.
Se calcula que tiene entre 4.000 y 7.000 miembros.
Sus líderes
Se cree que su jefe máximo es Héctor Rustherford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, un reo venezolano que asumió el control de la cárcel de Tocorón, llamado “pran”.
“Niño Guerrero” se había evadido de la cárcel antes de que el gobierno la ocupara, en 2023. Se encuentra prófugo y es buscado por las autoridades no sólo dentro de Venezuela, sino además en varios países de Suramérica.
Otros de sus líderes eran alias “Santanita”, Josué Santana, y alias “El Loro”, Álvaro Montilla, de acuerdo con investigaciones de la asociación civil Transparencia Venezuela.
Según estos hallazgos, publicados en 2022, los creadores de la megabanda criminal fueron Johan José Romero, alias “Johan Petrica”, y José Gabriel Álvarez Rojas, alias “el Chino Pradera”, asesinado en un enfrentamiento con la policía en 2016.
Los jefes y sus hombres de confianza captaban a sus integrantes dentro de la cárcel de Tocorón, pero también hubo informes sobre centros de entrenamientos en dos localidades de Aragua, según las indagaciones de Transparencia Venezuela.
Expansión más allá de la prisión
El Tren de Aragua expandió su influencia más allá de la cárcel antes del desmantelamiento de su base de operaciones, cuando asumió el control de un barrio local, el San Vicente, donde tenía una fundación benéfica, según Insight Crime.
Tenía un pacto de no agresión con grupos criminales de otros estados hasta 2016, cuando el líder del Tren del Llano es asesinado y se apodera de sus territorios en Aragua y parte del estado Guárico, contaron fuentes policiales a investigadores de Insight Crime.
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Su red se expandió al aliarse con otros grupos más pequeños y tuvo presencia en al menos 6 estados venezolanos. Su portafolio delictivo también se amplió a la extorsión, el secuestro, la trata de personas para explotación sexual, el tráfico de migrantes, el contrabando, la minería ilegal, el tráfico de drogas al detalle, la ciberdelincuencia y el robo.
Su internacionalización
El Tren de Aragua se volvió “transnacional” a partir de 2018, concluye Insight Crime. Ese año, la pandilla venezolana comenzó a actuar en la frontera con Colombia en el estado andino de Táchira. Se enfrentó a notorios grupos criminales del país vecino, como la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Autodefensas Gaitanistas (AGC).
Se disputaron el control de los pasos fronterizos clandestinos, conocidos como “trochas”, donde había trasiego de drogas y contrabando de migrantes y bienes diversos.
“Mientras los principales grupos criminales colombianos se centraban en el narcotráfico, el Tren de Aragua comenzó a explotar sistemáticamente a los migrantes venezolanos”, extorsionándolos, llevándolos clandestinamente a Colombia y controlando el mercado de trata de personas con fines de explotación sexual, según Insight Crime.
Entre 2018 y 2023, sus miembros construyeron una red criminal transnacional con células en Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Bolivia y Brasil. El presidente Donald Trump y sus aliados también denuncian su existencia en Estados Unidos.
En el extranjero, usaban “violencia selectiva” para desplazar a criminales rivales e imponer economías delictivas, que incluían extorsión, tráfico de migrantes, robos, secuestros y hasta un sistema de préstamos ilegales, conocido como “gota a gota”.
Posiblemente, el caso más notorio que involucra a presuntos integrantes del Tren de Aragua fuera de Venezuela ocurrió en Chile.
Ronald Ojeda, un militar expulsado del ejército de Venezuela acusado de conspirar contra el gobierno de Nicolás Maduro, fue secuestrado hace un año en su vivienda en Santiago de Chile por cuatro personas encapuchadas que simularon ser detectives de la Policía de Investigaciones de ese país. Su cadáver fue hallado días después dentro de una maleta enterrada bajo cemento.
En enero pasado, las autoridades chilenas arrestaron a una decena de personas vinculadas con la banda, algunas ligadas al caso. De acuerdo con algunos testigos de la fiscalía, funcionarios venezolanos estarían involucrados con el homicidio.
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