Los candidatos presidenciales de Venezuela tendrán sólo 21 días para convencer al electorado. Los analistas esperan un aumento del gasto público para favorecer la reelección de Nicolás Maduro, que marcha detrás del opositor Edmundo González en todas las encuestas de firmas privadas.
Venezuela arranca oficialmente este jueves una expedita campaña electoral para la votación presidencial del domingo 28 de julio: durará sólo 4 semanas y estará marcada por la tendencia “polarizada” entre los dos candidatos favoritos, de acuerdo con expertos consultados.
El Consejo Nacional Electoral determinó que los nueve aspirantes a la presidencia de Venezuela y sus bloques y simpatizantes políticos podrán pedir, entre el jueves 4 y el jueves 25 de este mes, el voto de más de 21 millones de ciudadanos registrados.
“Son pocos días”, advierte el politólogo Jesús Castillo Molleda, director de la firma Polianalítica. Sin embargo, podrían ser “determinantes” en el resultado si la estrategia de algún bloque o candidato resulta “errada”.
“Son nueve candidatos que se encuentran en la contienda, pero el proceso está polarizado entre los candidatos Edmundo González y Nicolás Maduro”, dice en conversación con la Voz de América.
Maduro aspira a reelegirse tras 11 años en el poder, en los que ha protagonizado una aguda crisis política, en la cual sus opositores lo acusaron de usurpar la presidencia y designaron a un gobernante interino, el líder del parlamento Juan Guaidó, hoy exiliado.
El mandatario venezolano aparece de segundo en todas las encuestas de firmas privadas, detrás de González, un diplomático que trabajó con bajo perfil durante años en la opositora Mesa de la Unidad, hoy conocida como Plataforma Unitaria Democrática.
González cuenta con el apoyo de la ganadora de la primaria opositora María Corina Machado, quien no pudo registrarse como candidata por estar inhabilitada por el oficialismo, y la intención de voto a su favor en esos sondeos supera el 50 %.
A finales de junio, la encuestadora Delphos reveló que González tiene un 52 % de preferencia electoral, seguido de Maduro, con el 25 % de intención de voto, pero analistas como Castillo Molleda resaltan lo clave de la “organización” el día de la elección.
“Nada logras con liderar una encuesta si el día de la elección no logras tener la presencia en el 100 % de los centros de votación de los testigos electorales, logística, movilizadores del voto, coordinadores de los centros de votación”, advierte, de cara a la campaña.
Caracas, un pedido “fugaz”, las dudas
Ricardo Ríos, politólogo y presidente de la firma Poder y Estrategia, cuyos estudios de opinión pública también dan ventaja holgada al candidato presidencial opositor, recuerda que el país se adentra en una campaña oficial “muy fugaz”, pero ya con al menos dos meses con líderes políticos como Machado y Maduro recorriendo regiones distintas a Caracas.
Es la hora de “pedir el voto”, lo que antes no ocurrió por exigencias legales en Venezuela, explica. Comenzarán a verse propagandas de los postulados, ya no con tanto impacto en medios tradicionales, sin con acento en redes sociales, como Facebook e Instagram, prevé.
Otra decisión estratégica esperada por parte del chavismo y la oposición es su énfasis en Caracas, la capital, ciudad “simbólica” por ser sede del poder ejecutivo, apunta.
“La primera actividad del comando de María Corina Machado es una caravana en Caracas, el cierre será igual. El oficialismo también y los sectores independientes. Habrá más presencia en Caracas” de los candidatos, que antes se centraron en el interior, señala Ríos.
El analista de entorno político, asimismo, espera un aumento del gasto público, es decir, de uso de recursos del Estado para la campaña a favor de Maduro, entre ellas la asignación de bonificaciones monetarias para quienes estén registrados en el oficialista Sistema Patria.
Considera que el presidente Maduro está a las puertas de un anuncio económico importante, como puede ser el aumento de las pensiones, que pagan a más de 5 millones de venezolanos mayores de 60 y 65 años sólo 130 bolívares al mes (3,5 dólaes).
Las “inquietudes” de la oposición en esta campaña estarán cifradas en la “posibilidad de bloqueo” mediante sentencia judicial del candidato opositor y del “contenido” de las negociaciones directas entre Estados Unidos y el chavismo, según Ríos.
Se vienen días “sorprendentes”
El politólogo Piero Trepiccione espera, por su parte, cuatro semanas “sorprendentes” donde habrá “movimientos tácticos” del chavismo, la oposición e incluso de los abanderados independientes, que pueden aliarse para juntar fuerzas, anticipa.
El Partido Socialista Unido de Venezuela intensificará sus esfuerzos políticos para “reforzar” su maquinaria, que está fundamentada en un modelo conocido como “el 1×10”, donde cada militante debe captar y garantizar una decena de votos para Maduro, indica.
Trepiccione dice aguardar que el oficialismo busque garantizar en la campaña una alta participación en sus filas y “generar incertidumbres” en la oposición para lograr lo que llama “un efecto desmovilizador” del electorado crítico con el chavismo.
Castillo Molleda, por su lado, insiste en que la campaña se concentrará en que cada bloque político demuestre su “capacidad de organización y fuerza de calle” en los recorridos de sus respectivos candidatos.
“Quien se crea ganador podría ser sorprendido por su adversario si no logra desarrollar una estrategia acertada el 28 de julio día de la elección”, remarca, recordando que el próximo año habrá otra elección para renovar más de 6.000 cargos de elección popular, entre ellos alcaldías, gobernaciones, legisladores locales y diputados del parlamento nacional.
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