Para el 27 de junio de este año, José Gregorio Martínez, paciente psiquiátrico, llevaba 15 días hospitalizado en un cuarto inmundo. Los gusanos le carcomían el pie izquierdo. Debajo de su cama se veía el piso lleno de sangre y las paredes que lo rodeaban estaban manchadas con heces.
Ese día los trabajadores del hospital psiquiátrico de Lídice protestaron por la insalubridad y la falta de insumos y medicamentos. José se quejaba del dolor y decía que tenía hambre. Pero su condición crítica, como paciente psiquiátrico, no aguantaba la burocracia de los administradores de la salud. Solo recibió una cura, y su condición fue empeorando. Falleció este lunes 8 de julio con la hemoglobina en 2.
«Literalmente se lo comieron los gusanos», dijeron los trabajadores, que lo atendían incluso sin guantes ni tapabocas.
Llegó de la colonia psiquiátrica Macaira de Anare. Según había contado, en medio del dolor, un cayo se le infectó y se fue comiendo la piel, la carne y los huesos.
“Pero por qué no me dan un calmante, esto me duele mucho”, gritaba el hombre, ante la presencia de los medios de comunicación, ese 27 de junio.
De aquel día muy pocos, o nulos avances, ha tenido el puesto asistencial. De hecho, hay otro paciente, en condiciones críticas, con escaras en la espalda, que requiere tratamiento de antibióticos.
Se espera que para este martes, 9 de julio, el director de Hospitales, doctor Earle Siso, visite las instalaciones y vea las condiciones de los pacientes psiquiátricos.
Con información de Crónica Uno.