Los primeros resultados del ensayo clínico «Positive», que incluye a hospitales y pacientes de 20 países, han revelado que se puede reducir el tiempo desde un diagnóstico de cáncer de mama hasta el momento recomendable para iniciar la búsqueda de un embarazo.
EFE
Hasta ahora la recomendación era dejar pasar un mínimo de cinco años tras haber superado la enfermedad y siempre que no hubiera ninguna recaída, ya que la terapia endocrina, indicada para los casos de cáncer de mama hormonosensibles, puede provocar malformaciones en el feto.
Estos resultados evidencian, sin embargo, que pausar esta terapia para quedarse embarazada, bajo control médico y durante un periodo que no supere los dos años, no incrementa el riesgo de recaída a corto plazo en pacientes jóvenes con este tipo de cáncer y que quieran ser madres.
Las cifras indican que el riesgo de recaída de estas pacientes es del 8,9% frente a un 9,2% en pacientes de condición equivalente que no pausaron la terapia en busca de un embarazo, según el estudio publicado en la revista científica New England Journal of Medicine (NEJM).
El ensayo, en el que han participado 72 pacientes de 18 centros españoles a través de los grupos de investigación SOLTI y GEICAM, ha estado coordinado en España por el doctor Manuel Ruiz Borrego, jefe de la unidad de Cáncer de Mama del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, y la doctora Cristina Saura, jefa de la unidad de Cáncer de Mama del hospital Vall d’Hebron y VHIO.
Ruiz Borrego ha calificado los resultados como «esperanzadores» y ha asegurado que el estudio aporta conocimientos que «pueden cambiar el paradigma en el manejo de esta enfermedad cuando las pacientes desean ser madres».
Tras recordar que el cáncer de mama es cada vez más frecuente en mujeres jóvenes, el doctor ha subrayado que en algunos casos son necesarias medidas encaminadas para favorecer la gestación, por lo que «es necesario conocer si son seguras para todas las pacientes», ha afirmado en una nota de prensa de ambos grupos investigadores.
Por su parte, la doctora Saura ha resaltado que este estudio pionero «refuerza la idoneidad de apostar por la preservación de la fertilidad antes de iniciar el tratamiento oncológico y abre la posibilidad de un embarazo seguro» una vez la paciente haya realizado al menos 18 meses de terapia endocrina adyuvante.
«Los resultados de ‘Positive’ pueden cambiar las guías clínicas actuales», ha dicho la doctora, que ha añadido que el seguimiento a largo plazo de estas pacientes «será fundamental para corroborar estos datos».
Los resultados publicados por la revista NEJM demuestran además que las tasas de concepción y parto están a la par o eran superiores a las de la población en general.
Laura Lavall, paciente participante en este estudio, ha detallado que le detectaron el cáncer a los 35 años y cuando estaba embarazada de su hija mayor, por lo que se sometió a cirugía a las 27 semanas de embarazo y, después de dar a luz, comenzó la radioterapia y el tratamiento hormonal por cinco años.
«Dentro de las posibilidades quería intentar ser madre de nuevo», ha indicado Lavall, que trasladó a la doctora Saura su deseo, tras lo cual fue esta quien le habló del estudio, que implicaba pausar el tratamiento a los dos años de su inicio para intentar quedarse embarazada y reemprenderlo tras la gestación y lactancia.
Un año después de volver a ser madre Lavall ha vuelto al tratamiento hormonal hace cuatro meses y se muestra «muy contenta» de haber contribuido a la investigación, que sienta un precedente que puede «ayudar en la toma de decisiones de las pacientes que deseen ser madres siempre previa recomendación y con debido seguimiento de sus oncólogos», recuerdan los investigadores.
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