“¡Ven conmigo, Minas Gerais!”. Con esa coletilla, Stanley Gusman siempre abría su programa diario a la hora de comer, uno de los más vistos de TV Alterosa, en Brasil. A lo largo de 2020, el presentador no solo se destacó por dirigir la emisión sensacionalista y policíaca, sino también por posicionarse abiertamente en contra de las medidas de aislamiento social impuestas durante la pandemia. El pasado domingo, a los 49 años, falleció por complicaciones de la covid-19, menos de un mes después de criticar al alcalde de Belo Horizonte, Alexandre Kalil, quien recomendó a la población de la ciudad que evitara las reuniones familiares navideñas.
“Visitaré a mi padre y visitaré mi madre. No voy a matarlos. Eso que dice usted [el alcalde] me parece una falta de respeto. Deje a mi familia en paz. Defenderé a mis padres y a mi país”, bramó Stanley. Al cabo de cinco días de esas declaraciones, el comunicador empezó asentir los primeros síntomas de la enfermedad. Compañeros de la cadena que hablaron de Stanley antes de su hospitalización cuentan que confiaba en su recuperación porque estaba tratándose con hidroxicloroquina. El 4 de enero sintió que le faltaba el aire y fue ingresado en la UCI en estado grave. El hospital que lo atendió, en la región metropolitana de Belo Horizonte, informó que la muerte del presentador se produjo por una infección secundaria derivada del nuevo coronavirus.
Desde el inicio de la pandemia, Stanley Gusman asumió la postura negacionista de minimizar la gravedad de la enfermedad. En junio, afirmó en vivo en el programa Alterosa Alerta que no aceptaría que le tomasen la temperatura en la puerta de los supermercados y establecimientos comerciales, alegando que un estudio habría determinado que los termómetros infrarrojos dañarían el cerebro. El “estudio”, en realidad, se trataba de una cadena falsa de WhatsApp, denunciada hasta por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria(Anvisa) de Brasil. Vecinos del presentador aseguran que más de una vez lo vieron en la calle sin mascarilla, de cuyo uso llegó a ironizar en algunos programas.
Stanley, bolsonarista —hasta el punto de publicar fotos con el presidente Jair Bolsonaro en sus redes sociales— criticaba a los alcaldes y gobernadores que decretaban medidas de restricción para frenar el avance del virus. Recientemente, había incorporado a su repertorio el discurso antivacunas difundido por el ala más radical de seguidores del presidente. Antes de enfermar, el presentador participó en un en vivo con el gerente de periodismo de TV Alterosa, RicardoCarlini, también bolsonarista, en el que recomendaba el “tratamiento preventivo” contra la covid-19, a pesar de que ese método no está científicamente comprobado. Durante la transmisión, la pareja sostuvo que “los grandes medios de comunicación” estarían “manipulando y falseando” las muertes provocadas por la enfermedad. Para defender al Gobierno de Bolsonaro, Stanley afirmó también que el papa Francisco sería el mentor del Foro de São Paulo y que los “indios multimillonarios prenden fuego a los pastos del Pantanal”.
El Ministerio Público Federal había interpuesto una acción civil pública (demanda por intereses colectivos y difusos) contra Stanley, en la que se le reclamaban 200.000 reales [algo más de 36.000 dólares] como reparación por un delito de racismo que el presentador cometió en 2019. En el programa, al referirse con ironía a unos datos del Ibope [Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística, cuya función, entre otras, es la de medir las audiencias de televisión] y al presidente de dicha institución, Carlos Augusto Montenegro, hizo una broma de tintes racistas: “El tío se llama Montenegro. Si fuera una persona íntegra, se llamaría Monteblanco”.
El presentador, por su parte, pidió perdón públicamente un día después de su comentario. “Tengo que manifestarme sobre el error que cometí al comentar el resultado de la audiencia al comienzo del programa de ayer. Pido humildemente perdón a quienes haya podido ofender. Estoy sumamente avergonzado”, dijo. Sin embargo, entre bastidores, Stanley les decía a sus compañeros que había sido víctima de la patrulla de lo políticamente correcto, a quienes se refería como “tiquismiquis”. TV Alterosa, también demandada en la acción civil pública de la Fiscalía, optó por no sancionar al presentador por su chiste racista.
Este lunes, los compañeros de cadena se emocionaron al rendir homenajea Stanley Gusman. “El dolor que sentimos es como si hubiésemos perdido a alguien de la familia”, dijo, con lágrimas en los ojos, Leopoldo Siqueira, presentador de Alterosa Esporte, espacio que precede al dirigido por Stanley. El programa se vio obligado a cambiar los protocolos de seguridad después de su positivo de covid-19, instituyendo el teletrabajo y la rotación de comentaristas en el estudio.
El programa Alterosa Alerta de este lunes, presentado excepcionalmente por Siqueira, estuvo dedicado a homenajear a Stanley. “Todos los mineiros sentirán falta de su forma y estilo de presentar”, decía la apertura del programa. “Stanley se une a las trágicas cifras de esta pandemia, pero sus ideales no caerán en el olvido”, expresó Geraldo Teixeira da Costa, director general de TV Alterosa. Stanley deja a su esposa y un hijo. Nativo de Eugenópolis, región de la Zona da Mata Mineira, se graduó en Derecho antes de iniciar su carrera televisiva. Decía sentirse orgulloso, además del Flamengo, su equipo del corazón, de tener un padre y hermano sargentos de la Policía Militar. En 2015, cuando aún trabajaba en la cadena Band Minas, recibió el título de ciudadano de honor de Belo Horizonte. “La inquietud forma parte de ser mineiro. Es esa inquietud lo que hace que respiremos, tengamos esperanza y fe en Dios”, dijo Stanley en su discurso al recibir la distinción.
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