Las autoridades austriacas emprendieron en la noche del lunes al martes la búsqueda de uno de los autores del atentado en Viena, que ya deja al menos tres muertos, un “ataque terrorista”, según el canciller Sebastian Kurz.
Uno de los atacantes, armado con un fusil de asalto y un falso cinturón de explosivos, fue abatido por la policía. Era un “simpatizante” del grupo yihadista Estado Islámico (EI), según los indicios recabados en su vivienda, precisó el gobierno.
El balance de los tiroteos se eleva ya a tres muertos, dos hombres y una mujer, según los últimos datos proporcionados por la policía.
Según el ministro del Interior, Karl Nehammer, “al menos un sospechoso está huido”.
Según el diario alemán Bild, el autor habría anunciado la acción el lunes en Instagram. Hasta el momento, los ataques no han sido reivindicados.
Los primeros disparos tuvieron lugar hacia las 20H00 (19H00 GMT) cerca de una gran sinagoga, que a esa hora estaba cerrada, y de la Ópera, en pleno centro de Viena, unas horas antes de la entrada en vigor del confinamiento decretado para frenar la pandemia de COVID-19.
El presidente de la comunidad judía de Viena, Oskar Deutsch, dijo que los disparos ocurrieron en las “inmediaciones” de la sinagoga de Stadttempel, pero añadió que por el momento se desconoce si el templo era un objetivo de los atacantes.
En total, al menos “seis lugares diferentes” fueron objeto de los disparos, según la policía.
Testigos contaron que habían visto a un hombre disparar “como un loco” con un arma automática. “Al principio pensábamos que eran petardos pero después nos dimos cuenta de que eran disparos”, explicó uno de ellos a la cadena de televisión pública ORF.
Un testigo declaró a la televisión que había visto a “una persona correr con un arma automática” y otro aseguró que hubo “al menos 50 disparos”.
La conmoción se instaló en los restaurantes y bares del barrio, donde dieron órdenes a los clientes de permanecer en el interior, con las luces apagadas, mientras las sirenas de las ambulancias ululaban en el exterior.
Helicópteros sobrevolaban el lugar, cordones policiales, fronteras controladas, soldados y policía movilizados para encontrar al asaltante fugado.
La ciudad de Viena se convirtió de pronto en una zona blindada, mientras el canciller Sebastian Kurz condenó el “ataque terrorista repugnante”.
La primera víctima fue un transeúnte, y las otras dos un hombre y una mujer fallecidos por las heridas. El alcalde de Viena, Michael Ludwig, informó que 15 personas estaban hospitalizadas, siete de ellas en estado grave.
Las fuerzas de seguridad blindaron el centro de la capital, según un fotógrafo de la AFP, mientras los espectadores que habían acudido a la última representación en la Ópera antes del confinamiento abandonaban el lugar escoltados.
Con información de AFP
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