Una Ventana a la Libertad presentó el lunes 17 de febrero, su informe anual sobre la situación que vivieron los calabozos policiales de 15 estados de Venezuela durante 2019. La ONG informó que, al menos, 192 privados de libertad fallecieron en la espera de ser trasladados a una penitenciaría.
Carlos Nieto Palma, coordinador general de Una Ventana a la Libertad, indicó que de estos 192 ciudadanos que fallecieron 46 fue por enfermedades como VIH, cáncer, hipertensión; 40 por violencia entre reclusos; 35 por causas desconocidas; 34 en fugas; 21 por varias causas y 16 por abuso policial, entre los que se enumeran tortura. De estos muertos, 139 perdieron la vida en el primer semestre y 53 en el segundo.
Según Una Ventana a la Libertad, en 2019, también se produjo la fuga de 358 reclusos, de los cuales 109 fueron recapturados y 249 permanecen evadidos.
Nieto Palma informó que en los centros de detención preventiva, de esos 15 estados donde la ONG tiene una investigación permanente, hay actualmente unos 6.515 detenidos. Sin embargo, la capacidad de los calabozos policiales es para 1.176 reclusos. El director de la ONG destacó que el número de apresados en las cárceles municipales a finales del 2019 llegó a ser de 19.268 personas; 17.800 de ellos eran hombres; 1.305 mujeres, 140 adolescente, 12 indígenas y 11 ciudadanos miembros de la comunidad Lgbti.
El informe también indicó que en los centros de detención preventiva no hay capacidad para hombres y mujeres discapacitados, tampoco hay tantos calabozos para adolescentes entre edades de 14 y 18 años, ni áreas para mujeres. Tampoco hay atención médica permanente.
Según la ONG, el hacinamiento que se vive es tal que los presos que se encuentran en estos calabozos duermen parados, o en hamacas improvisadas realizadas con sábanas; de una de ellas un preso se cayó y se fracturó la cadera a finales del año que terminó.
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