Expertos desmienten el rumor circulado en Twitter de que la viruela del mono y el herpes zoster sean la misma enfermedad y que además son consecuencia de las vacunas contra COVID-19, ambas enfermedades tienen características completamente diferentes y, aparte, ninguna forma parte de la lista de efectos secundarios o reacciones adversas que se pueden esperar de las vacunas (aunque son poco comunes).
Este rumor inició luego de que el pasado 23 de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró emergencia internacional por el brote de la enfermedad al detectar casos en 75 países.
Ambas enfermedades tienen varias diferencias: el virus que las produce, los síntomas, transmisión y permanencia del virus en el cuerpo.
La viruela del mono es una enfermedad zoonótica viral detectada por primera vez en 1958, que se transmite de animales a humanos. La sección de verificación de la agencia de noticias AFP, señaló que fue identificada en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo, según detalla la OMS es causado por un virus del mismo nombre. Las personas que se contagian suelen presentar síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y de espalda, poca energía, ganglios inflamados y lesiones en la piel en cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies y, a veces, en la boca, genitales y ojos. Los síntomas suelen desaparecer en pocas semanas.
Se propaga por contacto con un animal infectado (roedores o primates) y por contacto físico con alguien que tenga síntomas. Los objetos que han estado en contacto con la persona también pueden ser un foco de infección.
La web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, explica que el herpes zoster es una erupción en la piel causada por el virus de la varicela-zoster, el mismo que causa varicela, el cual no es contagioso, pero las personas que tienen la afección pueden infectar con varicela a otras personas.
Aun cuando las personas ya tuvieron varicela, este virus se queda en el cuerpo y, con el paso de los años, puede reaparecer como herpes zoster. También están en riesgo las personas con sistemas inmunitarios débiles.
Entre los síntomas característicos de la enfermedad están el ardor, dolor, hormigueo o picazón, por lo general a un lado del cuerpo o la cara. De uno a 14 días después aparece una erupción. Las erupciones se presentan en una sola banda.
El portal de verificación, Newstral, conversó con la viróloga del grupo de Zoonosis en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), Estela Escribano, sobre las diferencias entre ambas enfermedades, indicando que el virus del herpes zoster pertenece a la familia herpesviridae, mientras que el de la viruela del mono es de la familia de los poxvirus. Es decir, no tienen un origen común.
Otra gran diferencia es que el herpes zoster puede quedar latente en el organismo. En el caso de la varicela del mono, una vez que se padece la persona no se vuelve a infectar.
El herpes zoster no forma parte de la lista de posibles efectos secundarios de las vacunas contra COVID-19 de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), refirió Newstral.
Si bien hay estudios sobre la relación entre el herpes zoster y las vacunas contra COVID-19, son investigaciones puntuales y no aportan pruebas concluyentes.
El infectólogo Román Zucchi, del Sanatorio Sagrado Corazón de Buenos Aires (Argentina), dijo que las vacunas contra el COVID-19 no tienen capacidad para generar virus, mucho menos uno que no comparte la misma naturaleza del SARS-CoV-2, concluyendo que es falso que la viruela del mono y el herpes zoster son la misma enfermedad. Ambos se diferencian en su origen, síntomas y características de las lesiones en la piel. Tampoco hay pruebas que respalden una relación entre ambas enfermedades y las vacunas contra el COVID-19.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.